...como en el supermercado elijo un acondicionador de pelo mientras me paso una mano por mi rapada cabeza.
Es curioso como yo, que llevo años sin utilizar champú, me tiro tres horas para elegir un acondiconador que deje el pelo bien suelto.
Y es curioso como tú te ríes, de esa manera que hace que mi corazón baile, cuando te lo cuento. Y que sigas riendo cuando te enteras del tiempo que llevo riéndome en el supermercado con esa situación.
Aunque lo más curioso es que el destinatario del acondionador, uno de mis perros, tiemble al verlo y al pensar que mañana le va a tocar estar un ratito en remojo.
# posted by Logan @ 10:58 p. m.