...semana abracé a uno de esos icebergs que nos da la blogosfera. Esos picos que entrevemos en los escritos que nos emocionan en este mundo virtual. Hace una semana conocí a mucha gente que ya conocía. Pero sobre todo abracé a una persona de la que solo había vislumbrado un trozo que era muy grande... y que esconde algo mucho mayor.
Un abrazo, otra vez, para seguir sintiendo la alegría y la emoción de conocer en persona a alguien tan auténtico.
Y otro por toda esa gente que sabe lo mucho que deseo sentir lo que es ser abrazado por ellos...
...al tocarla, lo supo todo. Supo realmente como era. Todo lo que escondía tras sus palabras, tras sus risas, tras sus llantos... Supo de todas las máscaras que usaba y de las que tenía pensado usar. Acarició a más gente y descubrió nuevos interiores. Y con ello nuevas hipocresías... que no pudo soportar.
Y llegó al punto de ver esa virtud suya como una condena. Y se fue alejando de todo el mundo. Y dejó de rozar otros cuerpos y otras vidas.
Y se encerró en un ataud con sus manos extendidas lejos de su cuerpo por miedo a verse.
...recuerdas una película. Y una lágrima se te escapa. Y no sabes como ha sido. Y miras que te pasa.
Y es cuando ves que no es la primera vez en estos días. Y cuando ves que llevas tiempo sin sentir como sabe lo que comes, sin notar si hace frío o calor, sin ver a tus perros correr porque no se separan de ti al verte triste... Es cuando sientes que la senda que sabes que lleva a tu felicidad se pierde en los muchos caminos de la vida, que es imposible imaginar un posible futuro si el presente no es más que un pozo negro incierto o que tu mundo interior es aplastado por la realidad y su ya lo sabías; esto es lo que hay. Ese día es el mirar a tu alrededor y ver que lo de fuera es un caos que refleja tu caos de dentro. O al revés. Que te faltan las fuerzas para levantarte todos los días. Que todo ha perdido su gracia. Que la tristeza te ha ha doblegado y que sólo quieres que el tiempo pase hasta alcanzar un punto muy lejano y muy duro donde ya nada te afecte. Donde ya nada te afecte...
...ni te haga ver que no puedes hacer nada por mejorar el mundo. Ni a la gente que hay en él. Ves lo insignificante que eres, que has sido, y que tus actos patéticos no han servido para nada.
Y un día recuerdas una película. Y de paso vives la tuya. Y con un puente de años repites una escena que viste.
Y sólo al final te derrumbas viendo que los años no te han hecho más fuerte. Ni los problemas te han hecho más duro. Ni has hecho con tus pisadas tu senda de la felicidad más grande.
"S, siento terror cuando intento ver como será el día de mi muerte..." "Pequeño G, no sufras en vano. El día de tu muerte no vas a verlo, porque solo morimos cuando dejamos de vivir en los demás."
...espejos, he visto muchos reflejos míos y me he dado cuenta de como me muero. Y de como lo haré mañana. Y pasado. Y al otro.
Y viendo que es inevitable y que, desde que nacemos la única carrera que tenemos es hacia la muerte, también me he dado cuenta de que por muy idealista que me crea el mayor idealismo que podemos tener es el de ser optimistas.
Porque no hay mayor lucha contra el poder establecido que el tener esperanza y esperar que todo va a ir bien. Sobre todo cuando sabes que lo único cierto en tu vida es que vas a morir.
"S, todos los días me surgen problemas nuevos aunque yo intento evitarlos..." "Pequeño G... La cuestión no es evitar los problemas. La cuestión es no dejar nunca de solucionarlos."
...sorprendo cuando veo algunas cosas. Por ejemplo cuando veo el otro día un partido de fútbol emitido para verlo todo el mundo y de la competición más importante (Champion League) en el cual uno de los equipos luce la publicidad de Unicef y al lado el símbolo de una marca de material deportivo (Nike) tristemente famosa por las sospechas de emplear mano de obra infantil a la hora de elaborar sus productos. El equipo de futbol (Fútbol Club Barcelona) parece que no ha cobrado nada a Unicef por lucirse en su camiseta. ¿Un buen gesto? No me lo creo. Por asociación de ideas, la maniobra suena a lavado de imagen de la marca deportiva...
Soy muy mal pensado, lo sé, pero mi sorpresa es que no me crea ya los gestos altruistas y que siga viendo que en realidad todo sigue siendo un negocio
...han terminado las celebraciones del trágico 11-S en el que, si miramos retrospectivamente, lo único que ha cambiado en el mundo es que hay más guerras e inseguridad que antes y que el ya enorme presupuesto militar de Estados Unidos se ha duplicado (literal), yo propongo recordar otra efeméride.
Hace 100 años que Mahatma Gandhi puso en marcha su teoría del activismo no-violento en Sudáfrica como protesta por la obligación que tenían sus compatriotas de estar registrados. Este registro incluía la toma de huellas dactilares a la que no estaban obligados nadie más. A base de no registrarse o de quemar dichas tarjetas de registro sin realizar ningún acto violento, consiguió ciertos avances que luego desarrollaría ampliamente en su propio país, colonizado por Inglaterra.
Y todo mediante actos de desobeciencia civil no-violentos.
Seguro, seguro que habréis visto reseñas de esto en todos los medios de comunicación estos días...